RUTA DEL MONTE HIJEDO.¡UN PLACER!
Hoy vamos a recorrer una de las diferentes alternativas que nos presenta el Monte Hijedo para su disfrute. El Monte Hijedo presenta la alternativa de iniciar rutas desde el lado de Valderredible o desde el lado de Burgos en la zona cercana a Arija. Hoy vamos a recorrer una ruta desde el Centro de Interpretación del Monte Hijedo en Riopanero. ( Valderredible).
Partiendo desde el centro de interpretación, el cual podemos visitar a la vuelta porque merece la pena, iniciamos nuestra caminata. Al poco encontramos un cruce que nos señaliza una pista que nos va a llevar en principio a la Corva. Un trozo de esta pista puede ser recorrida en coche hasta un punto donde se ha realizado un pequeño aparcamiento, con unos paneles interpretativos que nos muestran las características del monte donde nos encontramos y una cancilla de madera que impide el paso a los vehículos.
Entramos ya en una zona donde los rebollos ( robles) dominan por ambos lados, sabemos que junto a Iríati en Navarra, el Hijedo es el mayor robledal de la Península Ibérica. La naturaleza y el silencio hacen acto de presencia, en 40 minutos estamos en el sitio conocido como la Corva. Aquí nos encontramos con un pequeño refugio forestal y la confluencia del río Hijedo y el arroyo de las Breñas. Cogemos el camino que va hacia la izquierda.
Siguiendo el río Hijedo, entramos en una senda donde el roble albar se nos muestra en todo su poderío. Se comenta que en este monte se encuentra la mejor representación de esta especie en toda Cantabria. El entorno es mágico, da igual la epoca del año, cada una tiene sus características pero para mi el otoño y la primavera son especiales. Uno va caminando y percibiendo la naturaleza en estado puros, incluso se puede cruzar algún corzo por el camino, el recorrido es precioso.
Aparecen otras especies como las hayas,el monte sigue conservando un dinamismo que lo mantiene en plena actividad. Observando detenidamente se pueden encontrar restos de las antiguas carboneras que durante un tiempo se realizaron para conseguir carbón vegetal. Hace poco estuve en una ruta interpretativa que un historiador realizó, para contarnos precisamente esta fascinante preparación de las carboneras que les llevaban quince días completos.
Ejemplo claro de la interrelación del hombre y el bosque. El Monte Hijedo en la epoca de las peregrinaciones en el rupestre era un referente topográfico, su dimensión era brutal. Hoy sigue teniendo unas dimensiones importantes pero logicamente menores. Al cabo de un rato nos encontramos que la pista termina, un poco antes hay que tomar un desvio a la izquierda.¡Estar atentos aquí!
Aquí entramos en un terreno que tenemos que vadear el río varias veces, no suele haber problemas pero si el río esta muy crecido lo mejor es darse la vuelta. Aquí uno ya esta metido en pleno bosque, ya es otra dimensión. El denso bosque nos rodea por todos los lados y al cabo de un rato llegamos a la Cruz de la Raya.
Una portilla y alambrada nos marca el límite con la provincia de Burgos, desde aquí el camino nos llevaría hasta Santa Gadea que es donde comienza la ruta entrando por Burgos. Es una ruta muy bonita y con mucha historía que ya describiremos otro día. En esta parte del bosque conviven especies alucinantes de Tejos, avellanos, sauces...
Por supuesto una variada fauna habita en los interiores del bosque con incluso lobos. Encontrarse corzos e incluso algún jabalí es habitual. En el limite con Burgos decidimos darnos la vuelta, no llega a dos horas tranquilamente el tiempo que hemos tardado. Regresamos de nuevo sintiendo el denso bosque y vadeando el río hasta llegar a la pista.
Una vez en la pista nos damos cuenta del alucinante tramo en el que hemos estado metidos anteriormente, descendemos sosegadamente y disfrutando del bosque. Es una autentica joya este espacio natural y destaca lo sano que está. Encontramos algunos senderistas, pero el sitio conserva la frescura de los espacios poco tocados.
Al cabo de 12 km, no llegando a las cuatro horas muy relajados, nos encontramos de nuevo con el centro de Interpretación. Ahora con la sensibilidad y el contacto directo con el bosque, nos adentramos en el centro para seguir conociendo un poquito más este maravilloso bosque. Sin lugar a dudas cualquiera sale de la ruta y la visita al centro más sensibilizado, más enamorado de este espacio que en algún momento ha sido propuesto para Reserva de la Biosfera.
Proteger, conocer, conservar este inmenso patrimonio natural es un deber de todos nosotros. Tener la suerte de que halla llegado semejante entorno a nuestros días es un regalo, transmitir este respeto y cariño a nuestros hijos es deber nuestro. Que muchas generaciones sigan disfrutando y sintiendo un espacio tan sano como este.
¡Simplemente os recomiendo que os pongáis las botas y descubráis este fascinante bosque!
ADJUNTO ENLACE A OTRO BLOG DEL ENTORNO QUE DESCRIBE SU SENSACIÓN EN EL MONTE EN UNA RUTA.
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