BALNEARIO DE CORCONTE.¡CLASICISMO Y TECNOLOGÍA!


El balneario de Corconte, se encuentra en el pueblo del mismo nombre, junto al embalse del Ebro. Desde que uno llega a sus inmediaciones, siente que se traslada a otra época allá por finales del XIX. En esa etapa comenzaba otra forma de turismo, la Belle Époque, donde la gente adinerada se trasladaba a los balnearios y casinos a pasar sus temporadas estivales.
El balneario fué construido en 1890 y hoy en día tiene esa mezcla de clasicismo y tecnología. Cuenta la leyenda que un pastor de Reinosa dejó a su caballo en libertad debido a que estaba muy viejo y que cuando volvió al cabo de unos días se sorprendió de su aspecto lozano. Observó que había bebido de un manantial que brota de la cercana sierra del Escudo y allí mismo se construyó este balneario.
Las propiedades del agua mineral como agente terapéutico contra muchas enfermedades está fuera de toda duda y el agua de Corconte tiene fama contra enfermedades relacionadas con el riñón, diabetes, reuma... Junto al balneario su puede observar la nave donde llevan todo el proceso de embasado del agua y comercialización.
Actualmente el balneario es un Hotel de 3* y cubre todas las necesidades de alojamiento, restauración y tratamientos termales. Desde que uno entra por la puerta se siente en otra época donde los salones, la altura de los techos, la decoración te llevan al siglo pasado. Uno cerca de los balnearios se deja llevar por ese ritmo más pausado donde los entornos invitan a la lectura, al paseo, a la conversación sosegada donde hoy en día la gente intenta poner a punto unos cuerpos que por nuestro ritmo de sociedad, tenemos muy castigados.
Baños de burbujas, hidromasaje, baño termal tradicional, chorros, saunas, masajes de barro... son algunos de los tratamientos que nos pueden ayudar a poner un poco a punto nuestros organismos. Uno también observa productos para tratamientos faciales por las estanterías del balneario.
Sentado en la cafetería observo como el ritmo en el interior es otra forma de ocio, la gente transita más lento y las conversaciones son pausadas y tranquilas. Los amplios salones, las cristaleras que dan al exterior, los paseos por los alrededores van ayudando a la gente a bajar de revoluciones y a encontrarse mejor.
Como el coche, nosotros necesitamos cada cierto tiempo ir al mecánico y ponernos a punto. Somos una sociedad donde en temas posturales, en sedentarismo, en hábitos hemos perdido calidad y nos encontramos hechos un higo. El turismo termal es un sector que tiene muchos adeptos y que normalmente se encuentran sus establecimientos en entornos muy agradables. Aquí por ejemplo estámos junto al embalse del Ebro y salir a pasear es una de las actividades que invita a realizar.
Simplemente acercarse a tomar un café y sentir la atmósfera de un establecimiento de este tipo, merece la pena. Son edificios que te ayudan a situarte un poco en esos años de finales del XIX que tan lejanos quedan para todos nosotros. Los balnearios siempre han sido muy utilizados para recuperarse del día a día durante todo el siglo XX.
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