Sigo adorando el viaje como mera curiosidad para el enriquecimiento de la mente y el espíritu, donde nos libera de las preocupaciones diarias, se produce un cambio de aires y de hábitos, lo cual resulta favorable para la salud y así aumentamos la capacidad de felicidad y medios para conservarla.Ya vemos que no tenemos que ir muy lejos para desarrollar estas cualidades, sino que contemplar la belleza es un recurso muy al alcance de nuestras posibilidades y sin grandes desplazamientos, nuestro marco natural nos cubre nuestras necesidades, muchas gracias por estas pequeñas lecciones de historia para recobrar un poquitín en estos tiempos de olvido, una memoria que no debe perderse para recobrar la lucidez y seguir, rectificando si es necesario, con nuestro desarrollo humano donde el respeto y el trabajo grupal nos devuelvan aun mundo mas armonioso, mas sano y natural.
Con mis mejores deseos, para que este tipo de semillas tengan su espacio de crecimiento