En el margen derecho del Río Ebro a la altura de La Puente del Valle se observa un roquedo conocido como " Las Barcenillas". Estamos en el entorno de la necrópolis de San Pantaleón y del Centro de visitantes de la Piedra en Seco. En un radio cercano tenemos estos tres recursos para visitar.
Subiendo la carretera que lleva a Sobrepenilla, a la altura donde marca Km 1, tomamos una senda que nos lleva al espectacular roquedo. Lo primero que nos deja alucinados al llegar arriba son las panorámicas que se abren a nuestros ojos. La amplitud de recorrido es enorme.
Su corte alcanza los 25 metros, los cortes son brutales, el sitio es de los que deja un rato sin habla. La zona es buitrera de paso hacía la buitrera de " Peña Camesía", varios buitres sobrevuelan la zona. La altura es sobrecogedora.
Es un entorno fuera de todo circuito turistico, su acceso filtra la llegada, estas en un lúgar especial. Lo primero que encontramos es una pequeña cavidad situada en la parte más alta del roquedo, su boca esta orientada al saliente, es fácil acceder. Vemos unas cuantos grabados de fechas recientes. ¡ Cuanto nos queda para respetar nuestro patrimonio!
En la cima del acantilado se encuentra la probable iglesía semirupestre, probablemente desmantelada para servir de cantera. Actualmente el entorno se encuentra cubierto de brezos y otros vegetales. Llama la atención la cercanía con la necrópolis de San Pantaleón, la cuál se visualiza desde este entorno.
Cerca de la iglesía se encuentran tres tumbas muy erosionadas, son las únicas de las más de 300 tumbas antropomorfas localizadas en Valderredible que estan orientadas al sur. Todas normalmente miran al este. Esto plantea la hipótesis de si fueran anteriores al cristianismo, época pagana. Cuanto nos queda por investigar de esta fascinante fase de nuestra história.
Más adelante se encuentran las otras cuatro cavidades que vistas desde abajo resultan espectaculares. Dos de ellas son inaccesibles por la erosión para su acceso, las otras dos destacan por tener unos canales naturales en el suelo como para servir de drenaje a la humedad de la roca. Así debían conseguir agua corriente. ¡ Alucinante!
Uno sigue fascinado por lo salvaje del lugar y las vistas que tenemos. Solo invita a sentarse en silencio y contemplar el Ebro discurrir tranquilo abajo, observar toda la vegetación que se forma en la ribera del río, contemplar los campos de alrededor que se nutren del agua del Ebro.¿Cuántos campos se sostienen a lo largo de sus 1200 Km?.
Después de un buen rato fascinados decidimos ir bajando poco a poco para observar el roquedo desde su base. Increible el sitio donde estan las cavidades. No das crédito de su ubicación. La mirada se te va al alto, al cúal ya conecemos un poco mejor, nos despedimos del roquedo no sin pensar que cuanta información aún esta sin descubrir de este maravilloso lúgar.
Bajamos por la carretera dirección a la necrópolis de San Pantaleón, lúgar de asentamiento desde hace miles de años, fascinados aún por la visión que hemos tenido en lo alto del roquedo. História de la buena en un entorno de pocos Km, el rupestre sigue dandonos momentos y espacio únicos.